Uno de los grandes problemas de la ciudad contemporánea es el tráfico y la congestión, producto del crecimiento sostenido del parque automotriz. Las largas distancias producto del extenso plano de Santiago se acompañan de problemas en la infraestructura vial, el fuerte crecimiento del mercado automotriz en los últimos 10 años y la fuerte congestión en algunos nodos de la ciudad son los problemas que día a día enfrentan tanto los conductores como los pasajeros del sistema de transporte publico de Santiago. Así mismo, el estrés y pérdida de tiempo que la búsqueda de estacionamiento o la espera por el bus supone para la persona ponen en una desfavorable condición al transporte, y de hecho lo ubica como uno de los grandes estresores de la jornada laboral.
En el último informe sobre transporte público entregado por el MTT se señala que la velocidad promedio de los buses del sistema RED no supera los 20 kms/h y por otro lado la de un automóvil en trayecto por el área urbana de la capital es de 30 kms/h; solo superados por el metro que alcanza más de 35 kms/h en algunas de sus líneas. Sin embargo, esto no es un problema derivado los automóviles o los buses, sino un problema de diseño urbano y de transporte. El problema no es que los trabajadores se transporten lento, es que también lo hacen a grandes distancias y es esa combinación la que provoca considerables niveles de estrés asociado al trabajo.
Un trabajador poco o indispuesto al trabajo por condiciones exógenas se encuentra en un aprieto bidireccional complejo de resolver, dado que no está en sus manos resolver las complicaciones de trayecto para llegar óptimamente a sus labores y por otro lado necesita estar apropiadamente dispuesto para desempeñar su labor, de modo que la empresa le aporte a la mejora de sus condiciones de vida. Planteado así es una situación que, más allá de planificar los tiempos de desplazamiento, está lejos del control del colaborador. De cierto modo, la hostilidad del entorno no es separable del sujeto, dado que se ve expuesto a un estímulo involuntario que no puede resolver.
Existen variadas estrategias para abordar este fenómeno teniendo por objetivo principal mejorar la disposición al trabajo y como resultado mejorar la salud mental de los trabajadores. Esto se traduce en mejor ambiente de trabajo y asegurar la eficiencia en la producción. Suplir la necesidad de transporte de los colaboradores surge como una buena estrategia en la búsqueda de la mejora de la salud mental de los trabajadores, dado que subsana el cansancio de la conducción o del desplazamiento colectivo zigzagueante en el transporte público; contando con un servicio que va desde uno o varios puntos de origen hacia la empresa y viceversa. El trabajador entiende que el empleador comprende las necesidades de transporte del colaborador, pero también es consciente de las condiciones de transporte en la ciudad; y esto genera como resultado último, la mejor disposición del sujeto a su actividad.
El servicio de transporte de personal de GO TRANSFER VIP, diseña la ruta más apropiada para ti y para tus colaboradores, de modo que lleguen al lugar de trabajo de la forma más rápida, cómoda y segura; y así mejorar la calidad de vida de tus trabajadores.